Hoy os tengo que dar una breve explicación teórica para culminar el tema de la generación del 27. Se trata de la diferencia entre la metáfora, la imagen visionaria y el símbolo.
Como ya estudiamos en tercero, una metáfora es una identificación entre dos términos, de los cuales uno será el término real (TR) y el otro el término imaginario (TI). Recordemos el típico ejemplo: tu pelo (TR) es oro (TI). En una metáfora tradicional como la del ejemplo, la que siempre hemos considerado hasta ahora, la relación entre término real y término imaginario se establecía por medio de la lógica, es decir, había un parecido razonable que nos permitía llegar hasta el término real, hasta lo que el autor quería decir, incluso cuando ese término real no estaba escrito y solo teníamos el imaginario. Si en un poema amoroso de la época el autor hablaba del oro, ya empezábamos a saber por dónde iba. Era básicamente como una adivinanza, y además a menudo tendían a repetirse.
Ahora bien, durante las vanguardias, como ya hemos estudiado, se rompe con la tradición y se busca un arte que tenga valor por sí mismo, que se aleje de la realidad para crear mundos alternativos. Recordemos ese texto de Ortega y Gasset sobre la metáfora de La deshumanización del arte que analizasteis en el ejercicio 1 de la página 121 de vuestro libro. Además, el surrealismo viene a complicarlo todo dejando que el subconsciente, el mundo de los sueños o las pesadillas y lo irracional, aflore en la escritura como algo válido. Así es como surge la imagen visionaria. En clase os adelantaba siempre el ejemplo del texto que os traigo hoy:
Y
paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la
leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
¿Qué significa esa "leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla"? Los artistas ya no tienen por qué identificar un TI con un TR que se le parezca. Ahora el TI no equivale a un TR lógico, que podamos rastrear por su parecido, sino directamente a emociones, sensaciones y sugerencias del autor. La relación se basa en el mundo personal, emocional y artístico de cada escritor, y nosotros solo podemos adivinar o intuir qué quiere expresar con eso. Así pues, en este ejemplo podemos decir que sugiere algo irreal, extraño, incómodo y antinatural para expresar justamente los sentimientos de desazón, rabia, remordimiento e incluso asco que angustian al poeta.
Por último, tendríamos que considerar el símbolo, que es bastante más sencillo. En este caso es un elemento que tiene un significado asociado más allá del propio elemento y que suele ser más consistente, es decir, tiende a aparecer y reconocerse con ese mismo significado en un autor, una obra o incluso una cultura. Por ejemplo, en nuestra cultura la paloma es un símbolo de paz, o en la obra de Lorca el caballo tiende a ser un símbolo de deseo sexual.
Después de esta explicación, estas son las
tareas que tenéis para hoy. Se trata de un texto de Dámaso
Alonso, que pertenece también a la generación del 27 aunque vuestro libro no lo incluya. Os aconsejo que las hagáis durante esta misma mañana, pero si fuera necesario, podéis entregarlas hasta el lunes a las 23:59. El martes publicaré las soluciones y tendréis que corregirlas para entregármelo todo a la vuelta.
Esta vez tendréis que mandarme una foto de los ejercicios hechos al correo de siempre:
javier_lcl@iessierrabermeja.com
Recordad que en este caso el asunto será:
4º ESO D. NOMBRE + PRIMER APELLIDO. Viernes 20. Práctica Dámaso Alonso.