Para tratar el tema de la publicidad os propongo una actividad basada en la inteligencia emocional, que intenta ofrecernos un conocimiento más profundo y preciso de nuestras emociones. Conocer nuestras emociones y las ajenas, aprender a identificarlas, sentirlas conscientemente o controlarlas puede ayudarnos en nuestra vida diaria. Aunque quizá esto es ir muy lejos: para empezar, debemos simplemente familiarizarnos con el léxico de las emociones y luego seguir algunos pasos que iré proponiendo.
- 1. Primera actividad: cada emoción con su pareja.
- 2. A continuación, situaremos las emociones en la tabla.
- 3. Emociones que compramos (publicidad) o que nos forman (propaganda).
Reflexionamos sobre estos y otros anuncios o campañas a través de las emociones que pretenden despertar en nosotros o a las que quieren asociar el producto.
- Accidentes.
- Droga.
- El concepto de emoción estética.
- El uso de figuras literarias.
Analizamos un anuncio o campaña identificando la emoción que maneja y la figura literaria, ya sea lingüística o visual.
- 4. Vendemos emociones.
Pensamos en un producto (una marca
existente o inventada) y creamos un anuncio. Debe tener al menos una imagen,
música y un eslogan. Debemos asimismo decidir qué emoción debemos provocar para
convencer y explicar qué figura literaria usamos y por qué. La figura puede
estar en el texto (eslogan), en la imagen o en ambas.
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