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Registro
coloquial
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Registro
formal
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Definición
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Rasgos
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Muletillas
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Oraciones cortas
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Expresiones informales
y frases hechas
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Pronunciación relajada
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Uso de “tú”
(en vez de “usted”)
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Ahora vamos a practicar un poco...
TOCHO. Un paquete de Fortuna, señora. (La anciana se lo alcanza y él se busca los duros disimulando, mientras el otro vigila de reojo. A una seña se lanzan al lío, amaneciendo en un tris en las manos del más joven un pistolón de aquí te espero, con el que se hace dueño de la situación.) ¡Manos arriba! ¡Esto es un atraco, como en el cine! ¡Señora, la pasta o la mando al otro barrio!
ABUELA. ¡Ay, Jesús. María y José! ¡Ay, Cristo bendito! ¡Santa Agueda de mi corazón! ¡Santa Catalina de Siena! …
TOCHO. Déjese de santos y levante el ladrillo. No nos busque complicaciones y a lo mejor le dejamos pa la compra de mañana. ¡Venga. Que se nos hace tarde y nos van a cerrar! ¡Qué pasa! ¡La pasta o la pego un tiro, ya!
LEANDRO. (Entrando desde la puerta.) ¿Qué? ¿Está sorda o no oye? ¡El dinero! (LA ABUELA, que se ha quedado un momento petrificada, se arranca de repente por peteneras y se pone a dar unos gritos que pa qué
ABUELA. ¡Socorro! ¡Socorro, que nos roban!
LEANDRO. ¡Agarra a esa loca, que nos manda a los dos a Carabanchel!
TOCHO. ¡Calle! ¡Calle, condenada, o la … ¡ (TOCHO la sujeta a duras penas tapándole la boca, mientras LEANDRO echa el cierre al negocio, atrancando la puerta. Luego saca una navaja y avanza hacia la vieja a la cosa se pone negra y a punto de salir en El Caso en la primera página.)
LEANDRO. ¡A ver si nos estamos quieta! Esto no es una broma. Si grita otra vez le saco las tripas al aire a ventilarse ¿me oye?
TOCHO. ¡Será animal, no se pone a dar gritos así por las buenas! (Se oye un ruido arriba.) ¡Chiss, hay alguien arriba! ¡La escalera, cuidado! (Sujeta a la vieja apuntándola, mientras LEANIDRO, navaja en mano, se esconde junto a la escalera para coger al que baje. Aparece entonces ÁNGELES, la nieta, delgaducha y con gafas.)
ÁNGELES. ¿Pasa algo, abuela? ¿Quiere las gotas?
TOCHO. Esto no se arregla con gotas. Bienvenida a la reunión, pequeña. ¡Baja, baja! Así somos cuatro y podemos echar un tute si cuadra. (LEANDRO se acerca por, detrás y ella le ve de pronto con la navaja.)
ÁNGELES. ¡Aaaah!…
LEANDRO. ¡Calla, tú! ¡Quieta y a ser buena! No te vamos a hacer nada, ni a ella tampoco. Solo queremos el dinero y nos vamos.
TOCHO. ¡Venga! Suelta la pasta y soltamos a tu abuela.
ÁNGELES. ¡Ay, Dios! Yo no sé dónde está. ¡Sólo lo suelto!
LEANDRO. ¡Lo suelto y lo atado! ¡Venga, rápido, el dinero, que es pa hoy!
ÁNGELES. Lo guarda la abuela, de verdad. ¿A que sí, abuela? … Yo no sé donde está … Sólo eso, lo del cajón. (Sacan el cajoncillo de los cuartos y lo ponen en mostrador.)
TOCHO. ¡La calderilla! Va a parecer que venirnos de un bautizo, ¡no te jode!
LEANDRO. Suéltala, déjala hablar. Que diga dónde está.
TOCHO. (Quitándole la mano de la boca, con voz amenazante) ¡Abuela, el dinero y van tres!
ABUELA. ¡Mecagüen hasta en la leche que habéis mamao! ¡Canallas! ¡Hijos de mala madre! ¡Quererle robar a una vieja … ¡
TOCHO. A una vieja y a una joven. El dinero o le salta la tapa de los sesos. ¡Se acabó! A la una, a las dos a las …
José Luis Alonso de Santos, La estanquera de Vallecas.